sábado, diciembre 17

Se qiebra, despacito. Centímetro a centímetro, beso a beso, célula a célula. Lo siento, me duele, me arde, me qema en la garganta y en el centro mismo del alma. De mi alma, profunda, oscura, insondable. ¿Qién va a tener el valor de auscultarme el alma? Si yo misma sé qe en sus profundidades siempre es tormentosa. 

Construir paredes, muros infranqeables, puentes levadizos, llenar de incertidumbres los fozos, de aire los pulmones y vivir. Vivir así, sin nadie qe te observe, con miedo al exterior. Cerrada. Encerrada.
Qe alguien llegue, todo sonrisas, todo calidez en las miradas, todo mentiras qe suenan dulces como la miel y luego se convierten en las verdades más terribles y hermosas qe una pueda imaginar. Qe un alma, otra alma, se abra frente a vos. Ver, como en éxtasis, todo eso qe estuvo siglos contenido, verterse íntegro a tus pies. Sentir miedo, sentir orgullo, sentir placer, en la misma bocanada. 

Qererlo todo y a la vez qe la inmensidad te genere náuseas. No qerer nada y sentir qe el vacío te consume. Dialéctica. El fuego qe necesita consumirse para arder, es ese mismo qe si no ardiera jamás sería fuego.

Veo la eternidad en tus ojos; me lanzo, como siempre, a conqistarla. Tal vez no me corresponda, y me vuelvas una tirana, una mercenaria. ¿Me importa? No, creo qe no, porqe la qiero y ningún precio resulta alto si con pagarlo te consigo. Apuesto mi vida, apuesto mi alma, por saberme dueña de esa eternidad qe hay en tu mirada. Y lo consigo, todos los días, no sin dar batalla.

Somos un fénix, cuando volvés, con el alma aterrada y ebria de libertad, a mis ojos. Incrédulo vos, qe temés no hallarme; incrédula yo, qe siempre me sorprendo por tu regreso. Pero en el fondo sé qe siempre vas a regresar, porqe me amás, y te amo, 

y porqe estamos condenados a nuestra eternidad.

martes, diciembre 13

Mi inseguridad no se alimenta tanto de tus acciones, como de tus silencios. Sí, tengo un miedo enorme a perderte, es mi miedo más grande. Es mayor qe mi miedo a estar sola, qe mi miedo a la locura, qe mi miedo a la oscuridad. Sé qe vos, a tu vez, tenés miedo a perderme. Entonces, si ambos nos horrorizamos ante la idea de estar sin el otro, si nos amamos, y si sabemos qe nos amamos, el problema está en otro lado. 
Porqe también tengo miedo a tu silencio; porqe qe estés callado cuando dentro tuyo bulle un mundo de cuestiones, también me horroriza.
Porqe no qiero ahogarte. Porqe no qiero qe por evitar qe me qiebre, te qiebres vos. Tengo toda la fuerza del mundo para enfrentarme a tu locura, a tus altibajos, a tu teatralidad. Tus defectos son parte de vos, y también los amo. Amo la pasión con qe emprendés todo, incluso cuando lo qe emprendés es una discusión conmigo. Amo tu modo de meter mi corazón bajo una urna de cristal, aunqe sepamos qe no lo necesito, porqe entonces me demostrás cuánto me amás incluso mientras me estás odiando.
Sos pasional, visceral, sos puro fuego, adrenalina, un tornado. Y ya te dije qe tanto el amor como el odio son afectos. Es imposible amar a alguien sin odiar algo con respecto a ese alguien. Y ya qe nos amamos de un modo tan cabal, era obvio qe hubiera un odio más sustancial qe el qe experimentan la mayoría de las parejas. Y qé me importan la mayoría de las parejas. 

Qiero vivir mi vida con vos. Y eso significa qe algunas veces nos tendremos qe meter el amor en el bolsillo y discutir. Otras veces tendremos qe pasar tiempo a solas para mantener el eqilibrio. Significa qe vamos a tener qe conocernos bien a nosotros mismos, y no sólo conocer bien al otro. Suena complicado, pero todo lo hermoso de la vida lo es. Eso de "sencillamente perfecto", no, no me lo trago. 
Vos sos hermoso, y no sos nada sencillo. Nuestra relación, así de ciclotímica, es una perfecta espiral: puede parecer qe retrocedemos, pero nunca estamos en el mismo lugar. Todo lo qe vivimos, es importante. Hace a nuestra relación, nos hace a nosotros como pareja, como personas. Yo no sería esta yo, sin vos. Y visceversa.
La verdad puede ser horrible, puede ser dolorosa, puede no parecer cierta, pero sigue siendo la verdad, y la prefiero a cualqier hermosa mentira o a cualqier inescrutable silencio. Me gusta saber lo qe pensás, lo qe sentís, lo qe necesitás. Haceme saber cuando no te lo retribuyo, cuando no entendés lo qe me pasa por la cabeza o por el corazón. Te prometo intentar explicarme lo mejor qe pueda. 
Y si no te escucho, gritame. Si no te gusta, decimelo. Si no podés respirar, echame. Un sentimiento momentáneo no significa toda la relación. Sólo es parte del conjunto, y la variedad de sentimientos demuestra qe una relación es sana. Un odio momentáneo no va a lograr qe deje de amarte. Y qe me odies por un rato no me va a hacer pensar qe dejaste de amarme. Sé qe me amás, a tu manera, particular, hermosa, y para nada sencilla.