domingo, febrero 28

~ Ansiaba oír de nuevo las porqerías qe él le susurraba en los tiempos cuando todavía chapaleaban en la cama con las lámparas encendidas y habría dado cualqier cosa por dormir una vez más con la cabeza apoyada sobre el dragón azul grabado con tinta indeleble en el hombro de su marido. Nunca creyó qe él deseaba lo mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario