viernes, julio 20

Dialectos:

-No me dejes nunca eh?

Lo que para uno significa

te amo 
para otro es un claro
tengo terrible miedo a que me dejes porque creo que sos un mujeriego y sufro

sábado, junio 30

Comerse la luna.


- No sé hasta qué punto soy lo que querés.

Bueno, lo había dicho. Sabía perfectamente que cada frase es una invitación para la siguiente, y cabían cientos de posibles desenlaces.
Espera. Gira la cucharita dentro del café, para hacer algo.


- Yo tampoco sé si sos lo que quiero.

De repente, hace mucho frío. Lo mira. A ese muchachito que ahora parece otro, que no es el mismo que se reía de sus torpezas unas semanas atrás.
Desvía la mirada, no puede soportar esos ojos con tanta pregunta, prefiere la ventana. Aunque afuera llueva un poco y aunque esa no sea la causa del frío.


- No te gusta escucharlo.
- La realidad no nos da opciones. Después de todo, yo pregunté.

Ahora no sabía para qué había preguntado. Hubiera preferido seguir fingiendo. Las gotas contra el vidrio. O no, hubiera preferido otra respuesta. Otra realidad. Afuera la gente pasa con paraguas; parecen pájaros mojados, pájaros de colores.


- Odio la lluvia.
- Ya lo sé.
- Nunca te lo dije.
- No hizo falta.

Tampoco le gustaban los finales. Ni siquiera los felices, aunque este no era el caso. Pero no tenía sentido decirlo.

- ¿Te acordás cuando nos comimos la luna?
- Claro que me acuerdo.
- Yo no.
- Estás loca.
- Decime algo que no sepa.

Quisiera parar el mundo justo ahora, quedarse así, dentro del bar, con un café en las manos mientras afuera los pájaros mojados y la gente y los paraguas van huyendo de la lluvia. Quisiera seguir hablando, hablar sin parar, retrasar el momento. Decirle que era mentira, que sí se acordaba. Cómo no acordarse de la noche en que la luna bajó a la tierra, y encontró un muchacho y se posó en su espalda, y ella la vió y no pudo resistirse a morderla. Cómo olvidarse.
Pero el mundo no para, y ahora no hay luna; la noche que recién empieza está encapotada y a ella se le terminó el café. Se le terminó la excusa. Se le acabó el tiempo. Y ella quisiera no saberlo pero lo sabe.


- Se hace tarde.
- Andá.
- ¿Y vos?
- No te preocupés de más, ya no hace falta.

Lo ve levantarse, ve que se despide pero no lo siente. Él sale y corre a buscar un coche. Ella lo mira irse, alejarse, perderse.  

Y algo se rompe.

lunes, junio 4

Voy pensando y nadando en mi taza de café

Ciclotímica. Fastidiosa. Pelotuda. 
Transparente. Poquita cosa. 
Diplomática. Poco convencional. 
Despeinada. Zapatillas rotas. Uñas rotas. Rotas las ideas, rota la emoción. 
Ganas de todo, o de nada. O: ambas a la vez y con un poco de crema, por favor. 
Vomitar conejitos, vomitar arcoiris, sacarlo todo, todo, todo.
"Sacarlo todo afuera, como la primavera, para que adentro nazcan cosas nuevas"
¿Qué cosas? Ah, señor, usted pregunta demasiado...
Alguna cosa, algo, nada, no sé, ¿acaso importa?

Sacarlo todo, no quedarse con nada.
Vomitar los conejitos, sangrar los arcoiris.
Gritar esas palabras negras, espesas, que se pegan al paladar. Y ahogan.
No importa cómo, ni cuándo, ni que se entienda.
(¡Si lloramos las alegrías y gemimos los orgasmos, si nadie entiende nada!)

Tengo que estar liviana, para agarrarme fuerte de la realidad.
La realidad, esa loca sádica y desesperada.
¿Me gusta mi realidad? Bueno, con dos de azúcar estaría mejor.
¿Es mía, mi realidad? No, pero igual la comparto.


sábado, marzo 17

''El tema conmigo siempre fue que puedo tener ideas diametralmente opuestas y aún así estar en equilibrio conmigo misma. Puedo pensar que tal cosa es una degeneración y al mismo tiempo darle una vuelta de tuerca y madurar que quizás no es tan malo. Así, puedo tener sentimientos opuestos respecto de personas, actividades y opiniones. Me cuesta mucho definirme. Supongo que a todos nos cuesta. Tengo razonable envidia a aquellas personas que tienen las cosas tan transparentemente claras… me provocan envidia y un poco de rechazo. Y me suena “aburrido” tener todo tan claro.
¡Ahí lo tienen! Casi sin querer, un despejadísimo ejemplo de lo que decía precedentemente: empecé diciendo que tenía envidia de quienes pensaban claramente y terminé escribiendo que me resultaban aburridos y prefería quedarme en mi estado de confusión permanente.
Nunca me decido.
Conmigo siempre todo es una sorpresa. Yo me atrapo diciendo que me gustan cosas que jamás probé, o que nunca se me hubiera ocurrido probar. Me encuentro haciendo cosas que nunca se me hubieran cruzado por la cabeza. Me miento, me engaño y creo mis personajes. Nunca fui diagnosticada con desorden de personalidad… pero creo que eso fue un regalo de navidad de los médicos que me atendieron. Si no tengo desordenes de personalidad entonces abran las puertas del Borda y dejen a todos mis pares ser felices. Seriamente y aunque suene gracioso: tener varias personalidades te saca airosa de muchas situaciones dramáticas. Soy varias personas a la vez y varias personas que piensan muy diferente. Aún así, eso no me genera conflicto. No me contradigo: pienso diferente dependiendo de muchos factores. Todas mis personalidades conviven silenciosamente adentro mío y esperan su turno para salir. ¿De qué depende? ¿Cómo saben cuál de ellas tiene que salir? Bueno, ellas sí tienen las ideas claras y saben que cada situación merece una personalidad diferente, que se adecue, se amolde a las circunstancias vigentes.''

miércoles, marzo 7

no, la verdad no es la música
yo, triste espera de una palabra
que nombre lo que busco
¿y qué busco?
no el nombre de la deidad
no el nombre de los nombres
sino los nombres precisos y preciosos
de mis deseos ocultos

algo en mí me castiga
desde todas mis vidas:
- Te dimos todo lo necesario para que comprendieras
y preferiste la espera,
como si todo te anunciase el poema
(aquel que nunca escribirás porque es un jardín inaccesible.

-sólo vine a ver el jardín-)

miércoles, febrero 29

sábado, diciembre 17

Se qiebra, despacito. Centímetro a centímetro, beso a beso, célula a célula. Lo siento, me duele, me arde, me qema en la garganta y en el centro mismo del alma. De mi alma, profunda, oscura, insondable. ¿Qién va a tener el valor de auscultarme el alma? Si yo misma sé qe en sus profundidades siempre es tormentosa. 

Construir paredes, muros infranqeables, puentes levadizos, llenar de incertidumbres los fozos, de aire los pulmones y vivir. Vivir así, sin nadie qe te observe, con miedo al exterior. Cerrada. Encerrada.
Qe alguien llegue, todo sonrisas, todo calidez en las miradas, todo mentiras qe suenan dulces como la miel y luego se convierten en las verdades más terribles y hermosas qe una pueda imaginar. Qe un alma, otra alma, se abra frente a vos. Ver, como en éxtasis, todo eso qe estuvo siglos contenido, verterse íntegro a tus pies. Sentir miedo, sentir orgullo, sentir placer, en la misma bocanada. 

Qererlo todo y a la vez qe la inmensidad te genere náuseas. No qerer nada y sentir qe el vacío te consume. Dialéctica. El fuego qe necesita consumirse para arder, es ese mismo qe si no ardiera jamás sería fuego.

Veo la eternidad en tus ojos; me lanzo, como siempre, a conqistarla. Tal vez no me corresponda, y me vuelvas una tirana, una mercenaria. ¿Me importa? No, creo qe no, porqe la qiero y ningún precio resulta alto si con pagarlo te consigo. Apuesto mi vida, apuesto mi alma, por saberme dueña de esa eternidad qe hay en tu mirada. Y lo consigo, todos los días, no sin dar batalla.

Somos un fénix, cuando volvés, con el alma aterrada y ebria de libertad, a mis ojos. Incrédulo vos, qe temés no hallarme; incrédula yo, qe siempre me sorprendo por tu regreso. Pero en el fondo sé qe siempre vas a regresar, porqe me amás, y te amo, 

y porqe estamos condenados a nuestra eternidad.

martes, diciembre 13

Mi inseguridad no se alimenta tanto de tus acciones, como de tus silencios. Sí, tengo un miedo enorme a perderte, es mi miedo más grande. Es mayor qe mi miedo a estar sola, qe mi miedo a la locura, qe mi miedo a la oscuridad. Sé qe vos, a tu vez, tenés miedo a perderme. Entonces, si ambos nos horrorizamos ante la idea de estar sin el otro, si nos amamos, y si sabemos qe nos amamos, el problema está en otro lado. 
Porqe también tengo miedo a tu silencio; porqe qe estés callado cuando dentro tuyo bulle un mundo de cuestiones, también me horroriza.
Porqe no qiero ahogarte. Porqe no qiero qe por evitar qe me qiebre, te qiebres vos. Tengo toda la fuerza del mundo para enfrentarme a tu locura, a tus altibajos, a tu teatralidad. Tus defectos son parte de vos, y también los amo. Amo la pasión con qe emprendés todo, incluso cuando lo qe emprendés es una discusión conmigo. Amo tu modo de meter mi corazón bajo una urna de cristal, aunqe sepamos qe no lo necesito, porqe entonces me demostrás cuánto me amás incluso mientras me estás odiando.
Sos pasional, visceral, sos puro fuego, adrenalina, un tornado. Y ya te dije qe tanto el amor como el odio son afectos. Es imposible amar a alguien sin odiar algo con respecto a ese alguien. Y ya qe nos amamos de un modo tan cabal, era obvio qe hubiera un odio más sustancial qe el qe experimentan la mayoría de las parejas. Y qé me importan la mayoría de las parejas. 

Qiero vivir mi vida con vos. Y eso significa qe algunas veces nos tendremos qe meter el amor en el bolsillo y discutir. Otras veces tendremos qe pasar tiempo a solas para mantener el eqilibrio. Significa qe vamos a tener qe conocernos bien a nosotros mismos, y no sólo conocer bien al otro. Suena complicado, pero todo lo hermoso de la vida lo es. Eso de "sencillamente perfecto", no, no me lo trago. 
Vos sos hermoso, y no sos nada sencillo. Nuestra relación, así de ciclotímica, es una perfecta espiral: puede parecer qe retrocedemos, pero nunca estamos en el mismo lugar. Todo lo qe vivimos, es importante. Hace a nuestra relación, nos hace a nosotros como pareja, como personas. Yo no sería esta yo, sin vos. Y visceversa.
La verdad puede ser horrible, puede ser dolorosa, puede no parecer cierta, pero sigue siendo la verdad, y la prefiero a cualqier hermosa mentira o a cualqier inescrutable silencio. Me gusta saber lo qe pensás, lo qe sentís, lo qe necesitás. Haceme saber cuando no te lo retribuyo, cuando no entendés lo qe me pasa por la cabeza o por el corazón. Te prometo intentar explicarme lo mejor qe pueda. 
Y si no te escucho, gritame. Si no te gusta, decimelo. Si no podés respirar, echame. Un sentimiento momentáneo no significa toda la relación. Sólo es parte del conjunto, y la variedad de sentimientos demuestra qe una relación es sana. Un odio momentáneo no va a lograr qe deje de amarte. Y qe me odies por un rato no me va a hacer pensar qe dejaste de amarme. Sé qe me amás, a tu manera, particular, hermosa, y para nada sencilla.



viernes, noviembre 25

Dicen qe el qe se qemó con leche, ve una vaca y llora.
Dicen qe al mal tiempo, buena cara.
Dicen qe mal de muchos, consuelo de tontos.
Dicen qe por mucho madrugar, no amanece más temprano.
Dicen qe a rey muerto, rey puesto. 
Dicen qe a veces, el árbol no te deja ver el bosqe.
Dicen qe si el río suena, agua lleva.
Dicen, dicen, dicen: no paran de hablar.
También dicen: los de afuera son de palo. Y los de adentro, ¿de qé somos?

Yo me qemé con leche, e insisto en no alejarme de la vaca. Al mal tiempo le he puesto buena cara, pero también la puse mala cara al bueno. Qe soy tonta, lo saben hasta en Groenlandia. A veces no me amanece y a veces la noche se me pasa volando. Mi rey murió incontables veces y nunca me resigné a dejar de intentar resusitarlo. Y viceversa. Veo el árbol y sinceramente, ver el bosqe no me parece ni mejor ni más interesante. El río suena fortísismo, y sí qe tiene agua, es verdad, pero jamás me importó eso. 

Se me hace evidente, soy la excepción qe confirma varias reglas. Y vivo con eso.